El Ninja terminado, vestido de gala para su
debut en la "6Horas" con el Nro . 666
El día de la revisión técnica, programada para las "Seis Horas Peruanas"de 1986, carrera en la debutaría el Ninja, empezó la que sería una dura prueba de temple y coraje para Emilio, Tito y sus colaboradores. Con la tensión, de tener el auto recién terminado, presentaron el auto a la pesada de rigor y ¡..sorpresa! el auto pesaba solo 740Kg. y no 800 Kg. como le correspondía por ser un 1,600 cc ( 500 gramos por centímetro cúbico de cilindrada). Me imagino la molestia que les causó este inconveniente, pero no sería nada, el nacimiento del Ninja sería un parto difícil y faltaban todavía muchos dolores por sufrir.
¿Cómo puede faltar tanto peso?... si todo estaba tan meticulosamente calculado, bueno todo menos el motor 4AG, este bicho originalmente derivado del BDA Lotus, destaca no sólo por su eficiencia y rendimiento, sino también por su reducido tamaño y peso ultraligero, allí estaban los 60 Kg.. Ni modo, Tito tendría que correr "acompañado" por una pesada plancha de hierro que tuvo que colocarse con un montacarga y empernarse precisamente, en el sitio del copiloto.
El día anterior a las "6 Horas", mientras daban los últimos toques al auto, ocurrió lo peor que puede pasar a última hora, se rompió la correa que acciona la bomba de aceite del carter seco, "..el motor se fue a la mier.." pensaron. Emilio estaba desconsolado, casi paralizado, desarmaron todo y notaron que los puños del cigüeñal estaban completamente negros, "que desgracia caraj...". Para colmo, era de noche y además había toque de queda.
De pronto Ronny Gonzáles, un mecánico de Emilio y primo de Bradley, le grita "el cigüeñal esta bien, esta pito..", Emilio corre y verifica, limpiando los muñones, nota que, Ronny tenía razón, lo único que se había dañado eran los metales, todos saltaron de alegría... pero, a esa hora y con toque de queda, ¿donde diablos conseguirían metales?, silencio total, de pronto se escucha, "La basura.. busca en la basura los metales viejos...", los buscaron apresuradamente con verdadera esperanza , estaban casi nuevos, ya nada podría detenerlos, trabajaron frenéticamente hasta las 5 a.m., hora en que arrancaron el motor, el Ninja estaría presente en la carrera; ¿qué más les podía pasar?.
Este asunto de la rotura de la correa, sería un verdadero dolor de cabeza, que luego les causaría nuevos problemas, en ese momento lo único que podían pensar es que la correa vino con algún defecto de fabricación.
Eduardo Dibós, les había prestado un trailer para llevar el auto, se relajaron un poco, quizá demasiado porque salieron, con cierto retraso, rumbo al tradicional escenario del balneario de Santa Rosa; fueron por el camino de Ventanilla, estaban con el tiempo muy justo. De pronto oyeron un ruido seco y fuerte, ¿Qué pasa? .. una de las ruedas del trailer se había salido, "¿dónde esta la rueda? ..¿dónde están los pernos?, ... bajen el auto, irá caminando"; estando el auto ya en la pista, un ayudante encontró la rueda, la pusieron de inmediato y subieron nuevamente el Ninja.
¡Ya no llegarían a tiempo!, según el reglamento, los autos debían ingresar antes delas 9 a.m. y les sería imposible lograrlo, todo estaba perdido. Efectivamente, llegaron tarde, estacionaron el auto y muy tristes por lo ocurrido, se dispusieron a ver la carrera. Emilio un "reglamentarista" conocido, jamás haría presión para que aceptaran el auto, habría que esperar un año, pensaron.
|