El Ninja : Nacimiento de un campeón (pag 5)

Emilio Takano hizo muchísimas modificaciones al diseño original del chasis del Corolla lo aligeró, redimensionó y estructuró, para ello él y sus colaboradores inventaron, copiaron y adaptaron, sobre esto se podría escribir un libro completo, lo cierto es que, poco a poco fueron enfrentando y resolviendo los problemas, nada fue librado al azar, ni se hizo más o menos, finalmente llegarían a un resultado que sorprendería a todos.

Un día, Eduardo "Chachito" Dibós, llegó al taller donde construían el auto , "... ta lindo el auto que estas haciendo, que motor le vas a poner..? .." preguntó, Emilio le indicó que el 2TG, "..noo ..von, yo tengo uno mucho mejor". Al tiempo Chachito se apareció con el novísimo Toyota 4AG DOHC 16 válvulas, 1600 cc, de origen TRD y 220 caballos, "..te lo presto.." le dijo y luego de un rato se fue. Era el mismo motor que habían visto en el Toyota AE86 del Grand Prix de Miami, era para no creerlo.

El Motor provenía de un auto del más alto nivel, un Toyota Corolla TRD, que tuvo un serio accidente, luego que terminaran, las tres horas del año 1986; increíblemente, la desgracia ocurrió después de que se bajó la bandera a cuadros, con pérdidas muy lamentables en lo personal y material. El destino quiso que este mecánica formara parte del increíble Ninja. Al desarmar el motor descubrieron que, como consecuencia del choque, el cigüeñal no estaba completamente derecho, lo enderezaron a punta ganas, precisión y una pesada comba, luego cambiaron metales, empaques, algunas otras cosillas y listo.

Después de casi un año de construcción, por fin el auto estaba completo, el nuevo motor trajo con él algunos problemas adicionales, no sólo porque tuvieron que cambiar los anclajes y la disposición de las partes, sino porque el 4AG daba lo mejor de sí a muy altas r.p.m., el motor entregaba 220 caballitos "finos", de esos que solo salen, cuando los miles de r.p.m. se acercan a los dos dígitos. Emilio se vio obligado a usar coronas TRD de relación muy corta, éstas, por su propia configuración, tienden a ser relativamente débiles, ya sea por la poca cantidad de dientes del piñón de ataque y/o por lo finos que resultan engranajes de la corona misma , no era una solución muy resistente, pero no tenían alternativa; el conjunto estuvo completo con una caja de cambios TRD de relación cerrada pero, de piñones helicoidales.